Más bombas, menos apoyo

Trump no esperó ni dos días para lanzar misiles a Irán. Dice que ganó la guerra en tiempo récord, pero cada vez más gringos lo odian. ¿Realmente ganó algo?

Foto: EFE

El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, cada día es más odiado por los ciudadanos de este país. Aquí realmente no podemos decir que la gente desde un inicio no lo quería, o que hubo algún tipo de fraude o trampa para que ganara. Hay que aceptarlo: en Estados Unidos no sucede eso. Obviamente, las cosas también se le acomodaron bastante bien —Biden, desde el inicio, dejó claro que ya no era capaz de dirigir un país; meten a Kamala de último momento para hacerle frente a Trump, por poco y lo matan y agarran eso de mercadotecnia para conseguir más votos; las redes sociales como TikTok y los medios de comunicación lo ayudaron a tomar la presidencia de uno de los países más importantes del mundo—, así que este cúmulo de situaciones y eventos lo ayudaron a estar donde está ahora mismo.

Desde un inicio, los mexicanos teníamos bien claro que a nosotros no nos favorecería en nada que este wey fuera presidente del país vecino. El discurso más fuerte de Trump durante su campaña y primeros meses de presidencia era “que Estados Unidos vuelva a ser independiente”, y claro, ese país desde hace ya vario tiempo depende bastante de otros países. De ahí vino la idea de sus aranceles, que primero los subía a todos los países, después los bajaba, luego los pausaba, amenazaba con subirlos de nuevo y ya nadie lo entendía; jugaba como bebé con la economía de su país y del mundo.

En estos últimos días no se pudo aguantar, y como buen niño que necesita atención, fue a meterse a donde nadie le habló: el conflicto en Medio Oriente.

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La apuesta más grande de Donald Trump como presidente